Desde comienzos de 2001 estoy dictando clases en el Gimnasio del Barrio para Jefes y Oficiales del Ejército Gral. San Martín (Ruta 8 y Av Márquez).
Ese mismo año fue creada la Escuela de Danzas. En diciembre, y con el apoyo de muchas personas, organicé una visita guiada al Teatro Colón.
La idea de realizar un festival a modo de exposición de todas las actividades que realizamos durante el año comenzó a gestarse durante 2002.
A fines de ese año se concretó el !er. Evento Anual de Danzas y Gimnasia. Este se desarrolló al aire libre, debajo de la galería de la administración de Barrio de Oficiales. Todo el alumnado disfrutó del mismo y se lucieron con sus coreografías.
Para el 2do. Evento Anual, en 2003, se tomaron otras previsiones y pasamos a un escenario cubierto y mucho más real: el del Salón de Actos de la Escuela Nº 26, cercana al Barrio de Oficiales. El éxito fue total, máxime teniendo en cuenta que para muchas alumnas fue su debut sobre las tablas. Hubo coreografías de clásico, aerobic, salsa y un cierre inusual con un tema de música country.
Muchas alumnas que hoy se encuentran, por razones laborales, en lugares tan distantes como Misiones, Bahía Blanca o Santa Cruz, y que formaron parte de aquel cuerpo de baile, aún recuerdan lo mucho que disfrutaron aquellos momentos compartidos con tanta alegría, esfuerzo y dedicación. El contacto con ellas continúa a pesar de las distancias...
Para el 3er. Evento Anual, esta vez con muchísima más fuerza, dimos un gran paso: bailar sobre el escenario de un teatro, el del Complejo Cultural Plaza, en San Martín.
Todo salió espléndido y la emoción se notó en los rostros de cada una de mis alumnas.
El 9 de diciembre de 2005 tuvo lugar el 4to EVENTO ANUAL, también en el Complejo Cultural Plaza de San Martín. La evolución con respecto a los anteriores se notó en todos los aspectos: musicalización, iluminación, locución, etc. Todo casi, casi perfecto. Hasta hubo lugar para los trucos del mago "Alejandro" durante el intervalo. Cada vez que veía a las nenas de danzas y a las chicas de gimnasia ejecutar sus rutinas con tanta seguridad, sentía que tanto esfuerzo y tantas horas de trabajo habían valido la pena. Ahí se notaba el compañerismo -reflejado en la ayuda y el aliento mutuo-. Un compañerismo inculcado en cada una de nuestras clases. Nuevamente gracias a todas las personas que me ayudaron, que confiaron en mí, a las que luego me llamaron o enviaron un mail felicitándome por todo lo hecho.
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